¿Quieres vivir una experiencia increíblemente placentera? Pues tienes que conocer el masaje lingam, un tipo de técnica manual que se centra en los genitales del hombre para potenciar su energía sexual y trabajar el chakra que se encuentra en esta zona.
La palabra “lingam” proviene del idioma sánscrito y hace referencia al miembro viril. Se trata de un masaje que lo que busca es conectar cuerpo, mente y espíritu con una serie de movimientos que le permitirá disfrutar de un placer único.
Según la concepción tántrica, los genitales del hombre conectan con un chakra del cuerpo que consigue mejorar la relación entre mente, cuerpo y espíritu. Para poder crear este vínculo se tienen que llevar a cabo una serie de movimientos y técnicas que son las que se trabajan con el masaje lingam.
Con este tipo de método se explora la masculinidad de forma plena y se consigue que el hombre pueda conectar con una parte de su cuerpo y energía con la que seguramente no ha conectado nunca. Pero no te confundas: el objetivo del masaje lingam no consiste en alcanzar el orgasmo sino que esencialmente se trata de crear un puente de conexión entre el hombre y su parte más femenina.
En este tipo de encuentro, la masajista será la que lleve las riendas de todo lo que ocurre en la sala y el hombre deberá dejarse llevar y dejarse fluir por sus sentimientos y sensaciones. Con el masaje se pretende que el hombre pueda conocer otro tipo de placer sexual y carnal diferente al que había conocido durante su vida: unas sensaciones más pausadas, más conscientes y más relajadas.
Por tanto, el objetivo de los masajes lingam es relajar al máximo al hombre que lo está recibiendo y que, gracias a esa relajación, pueda conectar con su lado más sensible, menos impetuoso.
Optar por probar el masaje lingam entre la pareja es una idea estupenda para crear un vínculo de conexión mucho más fuerte y profundo. Cualquier disfunción sexual puede tratarse con este método que consigue explorar en profundidad la sexualidad y el cuerpo humano tanto a nivel carnal como energético.
Este tipo de masaje, si se realiza en pareja, conseguirá mejorar el vínculo sexual y sanar traumas o problemas que puedan haber en la cama. Además, permitirá que el hombre comprenda mejor el ritmo sexual de la mujer al despojarse de las prisas y disfrutar de una experiencia mucho más pausada y deliciosa.
Eso sí: antes de empezar con el masaje lingam es importante que la pareja esté relajada y predispuesta a disfrutar de un momento íntimo y tranquilo. Ambienta la estancia con una luz tenue y agradable y daros un baño relajante para que, así, el estrés y la ansiedad se borre de vuestro cuerpo. No tengáis prisa por acabar ni por empezar, dejar que todo fluya de forma natural y disfrutar de esta experiencia que os hará conectar de un modo muy especial.
El masaje lingam es una técnica perfecta para reconectar con la sexualidad masculina desde otro punto de vista más puro, tranquilo y placentero.